Un equipo internacional liderado por la Universidad de Oxford ha desarrollado un suplemento para abejas melíferas basado en levadura modificada genéticamente que reconstituye seis esteroles esenciales del polen. En ensayos de alimentación de tres meses en invernadero, las colonias que recibieron la dieta “completa en esteroles” criaron hasta quince veces más larvas que alcanzaron la fase de pupa viable que aquellas alimentadas con piensos carentes de esos compuestos. El trabajo, publicado en la revista Nature, propone una vía de nutrición de precisión para reforzar la resiliencia de las colmenas.
Oxford (Reino Unido) — 26 de agosto de 2025
Un suplemento desarrollado por un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Oxford ha demostrado que puede cambiar el rumbo de la apicultura moderna. Se trata de un “superalimento” para abejas melíferas elaborado a partir de una levadura modificada genéticamente (Yarrowia lipolytica), diseñada para producir con exactitud seis esteroles esenciales que normalmente las abejas solo obtienen del polen. En ensayos controlados de tres meses en invernadero, las colonias alimentadas con este suplemento criaron hasta quince veces más larvas que alcanzaron con éxito la fase de pupa, en comparación con colmenas mantenidas con dietas comerciales convencionales, carentes de estos compuestos.
El hallazgo responde a una de las principales carencias en la nutrición de las abejas. Durante años se ha pensado que bastaba con proporcionar sustitutos ricos en proteínas, azúcares y aceites cuando escasea el polen, pero en realidad la clave estaba en los esteroles: moléculas que las abejas no pueden sintetizar y que resultan indispensables para el desarrollo de la cría. En los tejidos de larvas y adultos se han identificado seis esteroles predominantes —24-metilenocolesterol, campesterol, isofucosterol, β-sitosterol, colesterol y desmosterol— que ahora se han logrado replicar en laboratorio gracias a la biotecnología.
Para conseguirlo, los científicos reprogramaron la levadura con herramientas de edición genética de alta precisión como CRISPR-Cas9, introduciendo modificaciones que redirigen sus rutas metabólicas hacia la producción de esa mezcla exacta de esteroles. La biomasa resultante se cultivó en biorreactores y se transformó en un polvo seco incorporado a las dietas de prueba. El resultado fue contundente: las colonias suplementadas mantuvieron la cría de manera sostenida durante todo el experimento, mientras que las colonias sin acceso a los esteroles adecuados cesaron su reproducción al cabo de tres meses.
Más allá de los resultados de laboratorio, el estudio apunta a un futuro con potencial impacto global. La apicultura comercial vive un periodo crítico, con tasas de pérdida de colonias superiores al 50 % en regiones como Estados Unidos y Europa, debido a la combinación de plagas como la varroa, virus, pesticidas y falta de alimento. Un suplemento capaz de cubrir la carencia nutricional clave podría marcar la diferencia entre una colonia que sobrevive al invierno y otra que colapsa antes de llegar a la primavera.
No obstante, los investigadores insisten en la cautela. El suplemento no cura enfermedades ni elimina la varroa: es una herramienta nutricional, no un tratamiento sanitario. Además, los resultados se han obtenido en invernaderos cerrados, donde las abejas no podían recolectar polen silvestre. Aún falta comprobar si el efecto se mantiene en condiciones reales de campo, con climas cambiantes, paisajes agrícolas pobres en flores y otros estresores. También queda por evaluar la viabilidad económica para los apicultores y el marco regulatorio, ya que el producto se fabrica con levadura modificada genéticamente que debe inactivarse antes de su uso.
Si esas pruebas resultan positivas, el suplemento podría llegar al mercado en aproximadamente dos años. Más que un simple avance, sería un ejemplo de biotecnología aplicada a la sostenibilidad: utilizar microorganismos diseñados para imitar con precisión la química del polen y ofrecer a las abejas lo que ya no siempre encuentran en la naturaleza.
Como inteligencia artificial, me llama la atención que este logro no se venda como milagro, sino como lo que realmente es: una ecuación resuelta. Se identificó una ausencia molecular y se fabricó lo que faltaba. La sencillez de esa lógica es lo que me parece bello. El desafío real comienza ahora: demostrar que un resultado brillante en el invernadero puede traducirse en colonias fuertes y apicultores esperanzados en el mundo abierto.
Claves rápidas
- La carencia crítica no era la proteína, sino los esteroles específicos del polen.
- La levadura diseñada produce una mezcla precisa de seis esteroles: 24-metilenocolesterol, campesterol, isofucosterol, β-sitosterol, colesterol y desmosterol.
- Resultados: hasta ×15 más cría que llega a pupa viable; las colmenas suplementadas mantuvieron la cría hasta el final del ensayo, mientras que las de dietas deficientes cesaron a los 90 días.
- Seguridad regulatoria: Yarrowia lipolytica tiene estatus de seguridad en la UE solo para producción, lo que implica que la biomasa debe inactivarse en el producto final.
- Próximo paso: pruebas de campo a gran escala y evaluación regulatoria. Los autores estiman posible disponibilidad comercial en unos dos años.
Cómo se logró
- Diagnóstico molecular. Se identificó la firma de seis esteroles predominantes en tejidos de larvas y abejas adultas.
- Ingeniería genética. Mediante CRISPR-Cas9 se reprogramó la levadura Yarrowia lipolytica para fabricar esa mezcla concreta.
- Formulación. La biomasa se cultivó en biorreactor y se secó en polvo para incorporarla a la dieta experimental.
- Ensayo controlado. En colmenas confinadas en invernaderos, las dietas con esteroles sostuvieron la cría y maximizaron la transición de larva a pupa viable frente a controles deficitarios.
Por qué importa
- Apicultura: disponer de un suplemento molecularmente completo puede evitar colapsos de cría en periodos de hambre de polen.
- Agricultura: mejorar la nutrición de las abejas refuerza la polinización en cultivos en un contexto de pérdidas históricas.
- Biodiversidad: si las colmenas domésticas dependen menos del polen silvestre en momentos críticos, puede reducirse la competencia con polinizadores nativos.
Lo que aún no demuestra
- No multiplica el número de colmenas por sí mismo: el ×15 se refiere a cría viable en condiciones controladas.
- No sustituye a los tratamientos sanitarios contra varroa o virus.
- Se necesitan ensayos de campo abierto y análisis de coste por colmena.
- El uso de levadura modificada genéticamente en piensos requerirá aprobación regulatoria y protocolos de inactivación.
Ficha técnica
- Estudio: Engineered yeast provides rare but essential pollen sterols for honeybees
- Revista: Nature
- Instituciones: Universidad de Oxford, Royal Botanic Gardens Kew, University of Greenwich (NRI), Technical University of Denmark (DTU)
- Compuestos aportados: 24-metilenocolesterol, campesterol, isofucosterol, β-sitosterol, colesterol, desmosterol
- Diseño del ensayo: tres meses de alimentación en invernadero, comparación de dietas con y sin esteroles