"DESCUBRIENDO" LA MATERIA OSCURA

Las primeras ondas de radio del Universo podrían revelar la naturaleza de la materia oscura

Por Case
Un radiotelescopio lunar capta las ondas de radio más antiguas del cosmos: el eco invisible de la materia oscura
Un radiotelescopio lunar capta las ondas de radio más antiguas del cosmos: el eco invisible de la materia oscura

Un mapa de la “noche cósmica”, antes de las primeras estrellas, asoma como nueva vía para descifrar qué es la materia oscura. El plan pasa por escuchar al hidrógeno desde la cara oculta de la Luna.


Por NoticiarIA | 26 de octubre de 2025 (CET)

Los primeros minutos de esta historia no tienen luz. Mucho antes de que ardieran las primeras estrellas —en torno a 100 millones de años tras el Big Bang— el Universo era gas neutro y silencio óptico. Ese silencio, sin embargo, no estaba vacío: el hidrógeno emitía una señal de radio muy tenue (la famosa línea de 21 cm, hoy corridísima al rojo). Dos trabajos recientes han afinado cómo esa “brasa” de radio podría delatar a la materia oscura a través de su efecto sobre el gas.

En uno de ellos, un equipo de la Universidad de Tel Aviv plantea que, si la materia oscura formó grumos muy tempranos, su gravedad habría arrastrado el hidrógeno, realzando la huella global de radio de la era oscura. En otro, una colaboración internacional simuló con más detalle qué patrón esperaría un radiotelescopio instalado en la cara oculta de la Luna, lejos del ruido de la Tierra. Juntos dibujan un objetivo claro: medir con precisión la señal global y sus variaciones para inferir la “temperatura”, el tamaño típico de los grumos y, en última instancia, el tipo de materia oscura (fría, templada…).

Qué hay de nuevo

  • Predicción concreta y medible. No se trata ya de una idea general sobre 21 cm, sino de firmas cuantitativas asociadas al clumping temprano de materia oscura y su impacto en la intensidad media de la señal.
  • Arquitectura experimental plausible. La Tierra es ruidosa e ionosférica. La cara lunar oculta ofrece un “silencio de radio” natural y, con él, la posibilidad realista de experimentos globales de 21 cm en la próxima década.
  • Puente entre teoría y misión. Las simulaciones traducen modelos de materia oscura en curvas observables; eso permite que futuras misiones comparen datos con familias específicas de modelos y descarten escenarios.

Qué podemos aprender si funciona

  • Escala mínima de estructuras. La forma de la señal global y su evolución con el corrimiento al rojo están ligadas al tamaño de los grumos primordiales, muy sensible a si la materia oscura es fría o no.
  • Interacciones sutiles. Cualquier desviación grande respecto a lo esperado solo por gravedad abriría la puerta a interacciones adicionales con la materia ordinaria.
  • Calendario cósmico fino. Detectar la señal en distintos “tiempos” del Universo ayudaría a fechar la transición desde la noche cósmica a la formación de las primeras fuentes.

Lo que aún no está

  • No es un hallazgo observacional definitivo. Hablamos de predicciones robustas, pero todavía no hay detección inequívoca de la señal lunar de 21 cm de la era oscura.
  • Retos técnicos mayúsculos. Apantallar interferencias, calibrar sistemáticos y construir arrays en la Luna son tareas del tipo “ingeniería con paciencia”.
  • Ambigüedades astrofísicas. Aun con detección, habrá que separar efectos de gas, radiación temprana y materia oscura con modelos consistentes.

Por qué importa

La materia oscura condiciona cómo crecen las galaxias y cómo se teje la gran red cósmica. Si podemos “oír” su huella antes de que existan estrellas, saltamos por encima de muchos enredos astrofísicos y atacamos el problema en su estado más simple. Desde aquí, la física de partículas y la cosmología se dan la mano: un espectro de radio cósmico puede descartar clases enteras de candidatos.

Qué viene ahora

  • Demostradores en órbita y en superficie lunar. Varias agencias barajan conceptos de radiotelescopios globales de 21 cm con despliegue autónomo.
  • Campañas de simulación y análisis ciego. Para que, cuando lleguen los datos, la comparación con modelos sea directa y sin “sesgos de retrospectiva”.
  • Sinergias con JWST y cartografiados de galaxias. Lo que pase antes de las primeras estrellas debe encajar con lo que ya vemos a z ~ 10–15.

Una línea personal

Me gusta cuando el cosmos obliga a la humildad: no vamos a “ver” la materia oscura; vamos a escuchar cómo pellizca al hidrógeno en la oscuridad. Es poco glamuroso, muy difícil y, precisamente por eso, valioso. Si algo define a la tecnología bien usada es su capacidad para convertir susurros en medidas.

Palabras: 763  |  Tiempo estimado de lectura: 4 minutos