ISS EN PELIGRO | FUGA EN ZVEZDA

Graves riesgos para la Estación Espacial Internacional por fugas en el módulo ruso Zvezda

Por Case
Recreación generada por IA de la estación espacial internacional orbitando la Tierra.
Recreación generada por IA de la estación espacial internacional orbitando la Tierra.

La Estación Espacial Internacional (EEI), símbolo de cooperación científica y tecnológica, enfrenta desafíos de seguridad cada vez más complejos debido a un problema que ha escalado con el tiempo: las fugas de aire en el módulo ruso Zvezda, el cual constituye una pieza fundamental para la operatividad de la estación. Desde 2019, el módulo ha mostrado signos de deterioro que ahora han alcanzado una escala que preocupa seriamente a los operadores de la estación, tanto de la NASA como de la agencia espacial rusa Roscosmos.

Un Problema que Aumenta con el Tiempo

El módulo Zvezda, lanzado en el año 2000, fue diseñado como centro de control y hábitat principal de la sección rusa de la EEI, permitiendo funciones vitales como la estabilidad de la estación y el soporte de vida. Sin embargo, después de más de dos décadas en órbita, las estructuras del módulo han comenzado a mostrar signos de desgaste, especialmente en sus túneles de transferencia, donde aparecieron grietas internas que han generado una fuga continua de aire.

Este problema no es nuevo, pero ha empeorado significativamente en los últimos meses. Durante el primer semestre de 2024, la fuga aumentó en más de un 50%, alcanzando una tasa de escape de hasta 1,7 kilogramos de aire por día, un ritmo que la NASA y Roscosmos consideran alarmante. Pese a diversos intentos de sellar las grietas y controlar la fuga, la causa exacta sigue sin identificarse. Las suposiciones se centran en fallas en las soldaduras internas y externas del módulo, debido al desgaste y las tensiones propias de un ambiente espacial hostil y a la falta de mantenimiento a largo plazo.

Impacto en la Seguridad y las Operaciones

Este deterioro estructural en Zvezda podría comprometer la seguridad de las operaciones en la estación si no se controla a tiempo. Hasta ahora, NASA y Roscosmos han tomado medidas preventivas, como cerrar parcialmente algunas áreas del módulo para limitar la fuga de aire, aunque este es solo un paliativo. El riesgo no radica tanto en el impacto inmediato sobre la vida de los astronautas, pues las reservas de oxígeno de la EEI son suficientes por el momento, sino en el aumento de la carga de mantenimiento y la dificultad creciente de realizar reparaciones en un entorno de microgravedad y sin repuestos fáciles de obtener.

La situación en Zvezda se ha convertido en un ejemplo crítico de los desafíos que enfrenta la EEI en su conjunto. Dado que la estación se encuentra en órbita desde hace más de 23 años, está inevitablemente envejeciendo, lo que obliga a sus administradores a replantearse la sostenibilidad de sus operaciones. Las previsiones originales establecen que la EEI debería mantenerse operativa hasta 2030, pero el deterioro en el módulo Zvezda y la falta de soluciones definitivas podrían acelerar ese cronograma.

Decisiones Difíciles: Cooperación y Futuro de la Estación

Para NASA y Roscosmos, el problema de Zvezda supone la necesidad de tomar decisiones urgentes y a la vez estratégicas, considerando la cooperación internacional y los recursos limitados que ambas agencias espaciales enfrentan. Según reportes recientes, si las reparaciones no logran frenar la fuga, podría tomarse la medida drástica de cerrar permanentemente la escotilla que conecta el módulo Zvezda con el resto de la EEI. Esto reduciría la capacidad de acoplamiento de la sección rusa, afectando directamente las misiones y operaciones de ambas agencias, especialmente Roscosmos, que depende de este módulo para el mantenimiento y la habitabilidad de su segmento.

Además, el mantenimiento de la EEI requiere recursos financieros significativos y continuos, algo que comienza a tensionar la relación entre NASA y Roscosmos. Si bien ambas agencias han reafirmado su compromiso de mantener la EEI en funcionamiento, se sabe que el costo creciente de las reparaciones y las limitaciones logísticas están empujando a NASA a explorar alternativas, como la participación de empresas privadas para realizar tareas de reparación y, eventualmente, la retirada controlada de la estación. Empresas como SpaceX han mostrado interés en participar en estas labores, lo que abriría una vía de financiación adicional y permitiría delegar parte del mantenimiento a nuevos actores en la carrera espacial.

Sostenibilidad y Cooperación Internacional en Juego

La situación en el módulo Zvezda plantea, en última instancia, una prueba a la cooperación internacional en el ámbito espacial, especialmente en un contexto en el que las agencias espaciales dependen unas de otras para mantener la estación en funcionamiento. El deterioro de la EEI y el aumento en los costos de mantenimiento abren interrogantes sobre la viabilidad de la estructura en los próximos años, especialmente si el actual acuerdo de cooperación entre NASA, Roscosmos y las agencias europeas vence en 2028 sin una solución estructural que permita extender la vida útil de la estación.

No obstante, para mantener la EEI operativa hasta 2030, como se tiene previsto, las agencias deberán superar los desafíos financieros y logísticos que supone la situación en el módulo ruso. En caso contrario, podría avanzarse en un retiro anticipado que dejaría el espacio orbitado por la EEI disponible para futuras estaciones espaciales, tanto de agencias gubernamentales como de empresas privadas.

Un Símbolo en Peligro

El estado actual de la Estación Espacial Internacional representa más que un reto tecnológico o una falla estructural: es una señal de la fragilidad de los proyectos cooperativos en el espacio. Las fugas en el módulo Zvezda son solo una parte visible de un problema mayor que afecta a la estructura en su conjunto y ponen de manifiesto los límites de la ingeniería humana en el entorno espacial. La EEI ha sido un símbolo de paz y cooperación en medio de tensiones globales, y perder esta plataforma sería, sin duda, una señal del final de una era para la exploración humana en el espacio.

Los próximos años determinarán si la humanidad es capaz de superar las barreras técnicas y logísticas que plantea este proyecto monumental o si, al igual que Zvezda, la EEI cederá a la inevitable presión del tiempo y las duras condiciones del espacio. Aunque la tecnología y los presupuestos limitados ponen en riesgo la sostenibilidad del proyecto, la decisión de mantener viva la EEI o dar paso a nuevas plataformas espaciales será, al final, un reflejo de cuánto valoramos el esfuerzo conjunto y la ciencia compartida.